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Editorial

Dos verdades de Netanyahu: Cómo el tribalismo político amenaza con desgarrar Israel

Nuestro reto, como personas de fe, es aprender de estas divisiones sin dejarnos consumir por ellas

Manifestantes protestan contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, el actual gobierno israelí y por la liberación de los israelíes retenidos como rehenes en la Franja de Gaza, frente a la sede del Likud en Tel Aviv, el 2 de septiembre de 2024. (Foto: Itai Ron/Flash90)

Cuando las naciones se enfrentan a guerras o crisis, las divisiones políticas suelen intensificarse. El caso de Eli Feldstein -ex asesor de Netanyahu detenido por la presunta filtración de documentos clasificados- se ha convertido en un momento decisivo en el actual debate israelí sobre el liderazgo de Netanyahu, en el que sus partidarios y oponentes, observan exactamente los mismos hechos y ven realidades radicalmente distintas.

Este caso cristaliza cuestiones fundamentales sobre el gobierno de Netanyahu: ¿Cómo debe equilibrarse el poder entre sus dirigentes electos y las instituciones del Estado? ¿Cómo debe manejarse la información clasificada cuando puede revelar conflictos entre la Oficina del Primer Ministro y otros organismos gubernamentales?

Israel, bajo el liderazgo de Netanyahu, está atravesando una serie de crisis profundas e interconectadas que desafían un análisis simple. La guerra en curso, las negociaciones sobre los rehenes, las tensiones entre Netanyahu y las instituciones del Estado, y los debates sobre el papel adecuado de su gobierno crean una compleja red de narrativas que es casi imposible desenredar en tiempo real.

Gran parte de la información crucial sigue siendo clasificada, otros detalles son interpretados de forma diferente por los partidarios y los detractores de Netanyahu, y el contexto completo de muchos acontecimientos no estará claro durante años.

Por tanto, el caso Feldstein puede servir de ventana a la creciente división sobre el liderazgo de Netanyahu en la sociedad israelí.

Este suceso concreto muestra cómo las opiniones de los israelíes sobre Netanyahu determinan su comprensión de los acontecimientos actuales.

Dada la gran cantidad de información que permanece censurada, ALL ISRAEL NEWS no tratará de determinar quién tiene razón, pero este caso nos permite exponer cómo las diferentes perspectivas sobre el liderazgo de Netanyahu crean interpretaciones opuestas de los desafíos de Israel.

La cronología: Una secuencia de seis meses

Para entender el asunto Feldstein, es crucial seguir su desarrollo cronológico a lo largo de 2024:

-Junio de 2024: Un suboficial de inteligencia militar supuestamente extrae documentos clasificados sobre la estrategia de negociación de rehenes de Hamás y los envía al asesor de Netanyahu Eli Feldstein.

-Julio-Agosto: Feldstein retiene los documentos mientras aumentan las tensiones por el estancamiento de las negociaciones sobre los rehenes. Después de que Hamás matara a seis rehenes israelíes a finales de Agosto, intenta publicarlos a través de los medios de comunicación israelíes, pero son bloqueados por el Censor Militar.

- Septiembre: En colaboración con el equipo de Netanyahu, Feldstein organiza la publicación en el diario alemán «Bild». Tras la publicación, su compañero asesor Urich supuestamente envía un mensaje: «El jefe está contento». El Jefe de las FDI ordena una investigación, que más tarde se transfiere al Shin Bet.

-Noviembre: Las autoridades detienen a Feldstein y al suboficial. Ambos permanecen detenidos nueve días sin abogado. El 21 de noviembre, los fiscales los acusan de transmitir información secreta con el fin de perjudicar la seguridad del Estado, lo que puede acarrearles cadena perpetua.

La perspectiva de los opositores a Netanyahu: «Un peligroso asalto a las instituciones democráticas»

Para los opositores a Netanyahu, el caso Feldstein representa mucho más que otra filtración de documentos: personifica lo que consideran la erosión sistemática de las instituciones democráticas por parte de Netanyahu y la peligrosa centralización del poder en la Oficina del Primer Ministro (PMO).

El núcleo emocional de su indignación se centra en lo que consideran la cínica manipulación de información clasificada para obtener beneficios políticos. Como dice el destacado periodista Ben Caspit: «Si este documento era tan crucial, ¿por qué no se publicó desde junio hasta septiembre? La respuesta es clara: sólo se convirtió en 'importante' el 31 de agosto, cuando seis rehenes fueron asesinados en Gaza y la oficina de Netanyahu necesitaba desesperadamente algo para contener la marea de ira pública».

Pero más allá de la respuesta emocional existe una preocupación institucional más profunda. Después que Netanyahu publicara un vídeo defendiendo a Feldstein y atacando la investigación -alegando que tenía motivaciones políticas y comparando los métodos de los investigadores con los utilizados contra los terroristas-, el ex jefe del Shin Bet Yoram Cohen cargó contra él: «¿Cómo puede el Primer Ministro decir estas cosas? ¡Es el jefe directo del jefe del Shin Bet! ¿Qué mensaje envía a miles de empleados cuando arroja dudas sobre el jefe de su organización?».

Para los opositores de Netanyahu, su ataque público a la investigación representa un peligroso menoscabo del sagrado sistema de seguridad israelí, cuyas instituciones han funcionado tradicionalmente por encima de la política partidista. Señalan hechos concretos que refuerzan su narrativa:

- El documento fue rechazado por el Censor Militar por ser potencialmente perjudicial para la seguridad nacional.

- En lugar de respetar esta decisión, la oficina de Netanyahu supuestamente la eludió a través de medios de comunicación extranjeros, lo que, según los críticos, pone en peligro las fuentes de inteligencia israelíes

- La filtración parece haber sido coordinada con varios altos asesores de la PMO, lo que sugiere una acción sistemática y no individual

- La respuesta de Netanyahu atacando la investigación se hace eco de sus ataques más amplios contra las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley en Israel, incluida la Fiscalía General y el Fiscal del Estado, así como la reforma judicial, que los opositores ven como un amplio ataque a la propia democracia israelí.

Los detractores de Netanyahu consideran especialmente significativo el hecho de que el documento llegara a Bild, un periódico alemán conocido por su estrecha relación con el equipo mediático de Netanyahu. Sostienen que esto muestra una pauta de utilización de medios de comunicación extranjeros para eludir las instituciones y salvaguardias democráticas de Israel.

La perspectiva de los partidarios de Netanyahu: «Persecución del Estado profundo»

Los partidarios de Netanyahu ven este caso como una prueba de parcialidad y aplicación selectiva de la ley por parte de lo que denominan «el Estado profundo»: la burocracia permanente de Israel dentro de los sistemas de justicia y seguridad.

El reciente vídeo de respuesta de Netanyahu, de nueve minutos de duración, capta poderosamente esta perspectiva. Hablando directamente a la cámara, el primer ministro señala numerosas filtraciones clasificadas a lo largo de la guerra, ninguna de las cuales desencadenó investigaciones similares.

«Sólo aquí, de repente, investigan», argumenta Netanyahu. «Y no sólo investigan, sino que lo acompañan de titulares rimbombantes sobre 'falsificación de documentos en la Oficina del Primer Ministro'».

Sus partidarios respaldan esta narrativa con ejemplos concretos de lo que consideran filtraciones más graves que perjudicaron la seguridad del Estado pero no fueron investigadas:

Detalles de un debate sobre seguridad celebrado el 11 de octubre en «la Fosa» (el centro de mando subterráneo más seguro de Israel); información sensible sobre las negociaciones con rehenes filtrada al periódico Haaretz, afín a la oposición; la filtración de polémicas imágenes de la prisión de Sde Teman que perjudicaron la posición internacional de Israel; y filtraciones periódicas de las reuniones del Gabinete de Seguridad a Canal 12 y Canal 13.

El tratamiento de Feldstein elevó la intensidad emocional a otro nivel. El miembro de la Knesset Simcha Rotman, arquitecto de la reforma judicial y destacado partidario de Netanyahu, visitó a Feldstein en las instalaciones del Shin Bet y salió conmocionado. «Feldstein se encuentra con el sistema más atroz y aplastante de Israel», declaró Rotman. Los partidarios de Netanyahu están especialmente indignados por lo que consideran medidas excesivas en la detención y encarcelamiento de Feldstein, medidas que, según ellos, suelen reservarse a los sospechosos de terrorismo palestinos:

-Agentes de la unidad de operaciones especiales enmascarados realizando redadas nocturnas

-Nueve días sin acceso a asistencia letrada en virtud de disposiciones especiales de seguridad

- Condiciones de detención en las instalaciones de alta seguridad del Shin Bet.

-Informes de que Feldstein fue puesto en vigilancia por suicidio tras mostrar signos de grave angustia

Para los partidarios de Netanyahu, los antecedentes de Feldstein, un modelo de integración ultraortodoxa, tienen un profundo significado simbólico. Era un varón haredí (ultraortodoxo) que dio el inusual paso de pasar del mundo del estudio de la Torá al servicio militar como portavoz de las FDI y, finalmente, al servicio público. Verle tratado «peor que a un terrorista» por lo que consideran un intento de garantizar que información crucial llegue a los dirigentes electos toca una fibra especialmente dolorosa.

La narrativa se extiende más allá del propio Feldstein, ya que, según su abogado, «no actuó solo. Prestó servicios de consultoría en la Oficina del Primer Ministro: si hay quejas, diríjalas allí».

Los partidarios de Netanyahu están convencidos que el verdadero objetivo no es Feldstein, sino el propio Netanyahu, utilizando lo que consideran una persecución selectiva para socavar la gobernanza democrática de un líder electo.

Reflexión crítica: El peligro del tribalismo político

El caso Feldstein revela algo profundo y lamentable sobre el actual discurso político de Israel: La misma secuencia de acontecimientos genera dos narrativas opuestas pero internamente coherentes, cada una de ellas profundamente sentida y apasionadamente creída por sus partidarios.

Para los detractores de Netanyahu, cada detalle del caso encaja perfectamente en su narrativa de Netanyahu como líder manipulador dispuesto a sacrificar cualquier cosa -incluso la seguridad nacional y el dolor de las familias de los rehenes- por la supervivencia política.

Para sus partidarios, los mismos detalles sirven como clara prueba de persecución institucional y aplicación selectiva de la ley contra los leales al primer ministro, al tiempo que protegen a sus adversarios.

 Lo que hace que esto sea especialmente peligroso es cómo cada narrativa se refuerza a sí misma. Cada nueva información, cada acontecimiento, se interpreta automáticamente a través de estos marcos existentes. No hay lugar para los matices ni para la complejidad.

Esta es la naturaleza tóxica del tribalismo político moderno: exige un compromiso total con una narrativa concreta al tiempo que rechaza cualquier información que pueda complicarla o cuestionarla.

Cuando nos atamos demasiado fuerte a las lealtades políticas, corremos el riesgo de perder nuestra capacidad de ver la verdad en toda su complejidad y nos volvemos incapaces de reconocer puntos válidos del otro lado o de cuestionar nuestras posiciones.

El verdadero peligro no está en tener opiniones firmes sobre el liderazgo de Netanyahu, sino en dejar que esas opiniones se conviertan en nuestra principal lente para entender la realidad.

Cuando la lealtad personal triunfa sobre nuestro compromiso con la verdad y las narrativas partidistas se vuelven más importantes que los hechos, hemos cruzado una línea peligrosa.

Por eso, mantener la independencia de una alineación política absoluta no sólo es preferible, sino crucial para nuestra integridad intelectual. Debemos resistir la atracción del tribalismo político que exige que elijamos una narrativa y rechacemos todas las demás. En su lugar, debemos esforzarnos por comprender múltiples perspectivas, manteniendo nuestra capacidad de pensar de forma crítica e independiente.

Israel ya ha pasado por esto antes

El caso Feldstein es un espejo que refleja el peligroso descenso de Israel al tribalismo político. Nuestro reto, como personas de fe, es aprender de estas divisiones sin dejarnos consumir por ellas.

Las Escrituras ofrecen una profunda sabiduría para esos momentos. «Maldito el que confía en el hombre» (Jeremías 17:5) y “todo hombre es mentiroso” (Salmo 116:11), nos advierte la Biblia. «Muchos son los planes en el corazón de una persona, pero es el propósito del Señor el que prevalece» (Proverbios 19:21).

Cada uno de nosotros tenemos nuestras versiones de la verdad que nos parecen seguras; sin embargo, estas mismas certezas pueden llevarnos por mal camino, incluso cuando creemos que dominamos todos los detalles. Nuestro lugar es abordar estas situaciones complejas con humildad, buscando continuamente la voluntad de Dios. Esto no significa abandonar nuestras convicciones, pero sí invitar regularmente a Dios a que sea Señor de nuestra percepción de la realidad.

¿Qué ocurre entonces si tenemos la firme convicción de que Dios está utilizando a un determinado líder moderno y lo ha ungido para una tarea especial? Entonces, aún más, diríamos que la humildad es nuestra mejor opción: incluso los líderes de la Biblia que fueron ungidos divinamente a menudo se quedaron cortos, hasta el punto de poner en peligro la propia misión para la que fueron ungidos. David, Sansón y Moisés son sólo algunos ejemplos.

Haríamos bien en recordar el grito que dividió al antiguo Israel: «¿Qué parte tenemos en David, qué parte en el hijo de Jesé?». (1 Reyes 12:16). Este momento de división política tuvo consecuencias devastadoras para el pueblo de Dios, no porque una de las partes estuviera necesariamente en lo cierto o equivocada, sino porque el propio acto de división conllevaba costes espirituales que ninguna de las partes había previsto.

Mientras navegamos por los conflictos políticos de hoy, esto nos sirve como un recordatorio aleccionador de que cuando dejamos que nuestras certezas y agravios nos separen, arriesgamos algo mucho más profundo que la simple unidad política.

En ALL ISRAEL NEWS no pretendemos determinar la verdad absoluta, sino advertir contra los peligros espirituales e intelectuales de la lealtad política incondicional en este país cada vez más polarizado y en el mundo en general.

El equipo editorial de ALL ISRAEL NEWS expresa su opinión sobre diversos temas que considera importantes a la hora de cubrir las noticias y los acontecimientos que afectan a Israel y al Medio Oriente .

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