El acuerdo sobre los rehenes está casi cerrado, según Trump; 33 rehenes serán liberados en una primera fase

Con funcionarios israelíes confirmando que las negociaciones sobre un alto al fuego y un acuerdo de rehenes entre Israel y Hamás han alcanzado «etapas avanzadas», el presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que espera un anuncio en los próximos días. 

«Tengo entendido que ha habido un apretón de manos y que lo están terminando y quizá para el final de la semana, pero tiene que tener lugar», dijo a Newsmax en una entrevista el martes.

También reiteró sus amenazas de que si no se llegaba a un acuerdo antes de su toma de posesión el 20 de enero, «va a haber muchos problemas ahí fuera, muchos problemas como nunca se han visto antes. Lo conseguirán».

Según i24 News, los dirigentes israelíes esperan un posible anuncio de un acuerdo tan pronto como hoy, tras una reunión de alto nivel que se celebrará en Qatar.

Mientras tanto, una «fuente política» dijo a los medios de comunicación israelíes que «Israel no transferirá el cuerpo del archi-terrorista Sinwar a Hamás como parte del acuerdo. No ocurrirá, y punto».

Un funcionario israelí informó a los medios de comunicación locales de que se han producido «avances en todos los elementos de la fórmula del acuerdo, se han creado las condiciones óptimas para la existencia de un acuerdo que hasta ahora no se había podido alcanzar».

Según el funcionario, el acuerdo incluirá varias etapas. En los primeros días de la primera etapa, se liberará a 33 rehenes denominados «humanitarios». Esto incluye a mujeres (tanto civiles como soldados), niños, adultos mayores de 50 años y rehenes heridos y enfermos.

De esos 33, hasta ahora no se ha determinado oficialmente la muerte de ninguno, pero entre ellos hay algunos que los funcionarios israelíes temen que hayan muerto en cautiverio. A pesar de sus reiteradas peticiones, Hamás no ha informado a Israel de quién de los 33 está vivo y quién muerto, pero Israel estima que la mayoría de ellos siguen vivos.

Israel no se compromete a un final definitivo de la guerra y tendrá derecho a reanudar los combates al término de la primera fase. El 16º día de la primera fase está previsto que comiencen las negociaciones para la segunda, en la que Israel exige la liberación de todos los demás rehenes, sin más etapas.

Mientras tanto, Israel retirará sus fuerzas de la Franja de Gaza sin una retirada completa. Las tropas se retirarán gradualmente de las zonas urbanas, pero permanecerán en una «franja de seguridad» en el perímetro del enclave para proteger las ciudades israelíes de la frontera.

En cuanto al corredor Philadelphi, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) permanecerán allí al principio, pero luego se retirarán parcialmente, mientras que «acuerdos de seguridad», muy probablemente con Egipto, garantizarán la seguridad de la zona fronteriza.

Se alcanzaron «acuerdos» adicionales para el corredor de Netzarim, que divide la franja en dos. Las IDF se retirarán de allí y permitirán que todos los gazatíes regresen al norte, pero impedirán que hombres armados y armas entren en la parte norte, mediante acuerdos que aún no se han especificado.

El principal precio que pagará Israel en el acuerdo es la liberación de cientos de terroristas convictos. Según los funcionarios, las cifras exactas aún no están claras, ya que dependen del número de rehenes vivos liberados.

Aunque Israel aceptó liberar a terroristas «pesados» con las manos manchadas de sangre, no serán liberados en Judea y Samaria. Los terroristas que participaron en la invasión y masacre del 7 de octubre tampoco serán liberados.

Según un informe no confirmado del periódico palestino Al-Quds, entre los que van a ser liberados figuran 200 terroristas que cumplen cadena perpetua, así como 1.000 gazatíes que fueron detenidos durante la guerra pero no participaron en la invasión del 7 de octubre.

El acuerdo también incluye un aumento significativo del suministro de ayuda humanitaria, material logístico y equipamiento.

La fuente política que ofreció la sesión informativa afirmó: «Mantenemos en nuestras manos importantes activos para la continuación de las negociaciones - tanto activos geográficos, como terroristas que permanecen en nuestras manos y no serán liberados hasta que el último de los rehenes regrese a casa.»