Según informes, la UNRWA se prepara para cerrar sus oficinas en Gaza y Cisjordania ante la decisión israelí de prohibir su funcionamiento.

Al parecer, la controvertida agencia de ayuda de la ONU UNRWA está en proceso de cerrar sus operaciones en la Franja de Gaza, Cisjordania ante la prohibición de Israel que toma efecto el 28 de enero.

A finales de octubre, la Knesset israelí aprobó dos leyes: una que ilegaliza las actividades de la UNRWA en territorio israelí y otra destinada a restringir significativamente sus operaciones en la Franja de Gaza, así como en Cisjordania.

Louise Wateridge, alta funcionaria de la UNRWA en Gaza, dijo recientemente a The New York Times que la falta de coordinación con Israel ponía en peligro la seguridad de los trabajadores de la agencia.

«Si no podemos compartir esa información con las autoridades israelíes a diario, entonces tenemos vidas de personal en peligro», argumentó Wateridge.

Muchos de los habitantes de Gaza que reciben ayuda de la UNRWA están preocupados por su futuro.

«El mundo nos ha abandonado. No tenemos nada más que la ayuda que recibimos de UNRWA para sobrevivir», dijo Sami Abu Darweesh, quien actualmente vive en un campamento gestionado por UNRWA en el sur de Gaza. «Si eso se acaba, ¿qué haremos?».

Enas al-Hila, otro gazatí desplazado, expresó sentimientos similares.

«UNRWA siempre ha sido nuestra única esperanza de trabajo, comida, harina», argumentó al-Hila. «Es el salvavidas para nosotros y nuestros hijos, como lo fue para nuestros padres y abuelos», añadió.

A finales de octubre, la Knesset israelí ilegalizó formalmente las actividades de UNRWA debido a los fuertes vínculos de la organización con la organización terrorista Hamás. La inteligencia israelí ha calculado que al menos el 10% del personal de la UNRWA en Gaza son miembros de Hamás y otras organizaciones terroristas.

Además, durante años ha proliferado la propaganda antisemita en las escuelas gestionadas por la UNRWA. Un informe de enero de 2024 reveló que varios profesores de la UNRWA habían elogiado la masacre del 7 de octubre y habían llamado a asesinar a israelíes y judíos.

La decisión israelí fue duramente criticada por la comunidad internacional, que ha ignorado en gran medida las fuertes afiliaciones de la UNRWA con el terrorismo antiisraelí. La administración Biden y otros gobiernos advirtieron que el cierre de la UNRWA socavaría la labor humanitaria en Gaza.

Sin embargo, la Oficina del Primer Ministro israelí subrayó que Israel estaba dispuesto a cooperar con las agencias de ayuda que no estuvieran afiliadas a Hamás ni a ninguna otra organización terrorista que amenazara la seguridad del país.

«Dado que evitar una crisis humanitaria también es esencial, la ayuda humanitaria sostenida debe seguir estando disponible en Gaza ahora y en el futuro. En los 90 días antes de que esta legislación entre en vigor -y después- estamos dispuestos a trabajar con nuestros socios internacionales para garantizar que Israel siga facilitando ayuda humanitaria a los civiles en Gaza de una manera que no amenace la seguridad de Israel», declaró la oficina del primer ministro.

En enero de 2024, Estados Unidos y varios otros gobiernos suspendieron temporalmente la ayuda financiera a la UNRWA después de que Israel presentara pruebas incriminatorias de que trabajadores de la UNRWA participaron en la masacre de más de 1.200 israelíes y el secuestro de 251 personas en comunidades israelíes fronterizas con Gaza, perpetrados por Hamás el 7 de octubre.

Sin embargo, la ayuda internacional a la UNRWA se restableció en gran medida después de que un informe de abril de 2024 blanqueara los fuertes vínculos de la UNRWA con Hamás y otras organizaciones terroristas.

«Israel hizo públicas afirmaciones de que un número significativo de empleados de la UNRWA son miembros de organizaciones terroristas. Sin embargo, Israel aún no ha aportado pruebas que lo demuestren», afirmaba el informe.

En julio, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí envió una carta al Comisario General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, con los nombres de más de 100 terroristas de los que estaban empleados por la agencia de ayuda de la ONU.

El embajador israelí en Jordania, Amir Weissbrod, quien escribió la carta, subrayó que Israel estaba preocupado por los fuertes lazos entre la UNRWA y Hamás.

"Sin embargo, el alcance total de esta infiltración sin precedentes era desconocido y se ha hecho evidente sólo después del ataque terrorista del 7 de octubre contra Israel, en el que, como usted sabe, los empleados de la UNRWA participaron activamente", escribió Weissbrod.

A pesar de su negación de fuertes vínculos con el terrorismo de Hamás, la ONU despidió a 9 trabajadores de la UNRWA en agosto de 2024 debido a su implicación en las atrocidades del 7 de octubre.