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ANÁLISIS

Una vergüenza revolucionaria: Cómo Irán voló demasiado cerca del sol

Militares iraníes sentados detrás de un cañón antiaéreo transportado por un camión, junto a un retrato del Líder Supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, durante un desfile militar con motivo del aniversario del Día del Ejército de Irán, cerca del santuario del Imán Jomeini, en el sur de Teherán, 18 de abril de 2023. (Foto: Morteza Nikoubazl/NurPhoto)

La República Islámica de Irán pasó décadas construyendo metódicamente una red de fuerzas indirectas y alianzas sectarias que extendieron su influencia mucho más allá de sus fronteras, desde la costa mediterránea hasta el mar Arábigo. Este sistema de proyección de poder regional, cuidadosamente construido, representó una de las aplicaciones más sofisticadas de la guerra de poder en la historia moderna.

Sin embargo, en los últimos meses se ha producido un debilitamiento sin precedentes de esta red, ya que la presión militar sostenida y los errores de cálculo estratégicos han comenzado a deshacer lo que Irán tardó años en construir. El alcance y la rapidez de estos reveses han planteado cuestiones fundamentales sobre la sostenibilidad de la estrategia regional iraní.

Este análisis examina cómo Irán construyó su red de poder, extraordinariamente eficaz, y cómo este ambicioso sistema ha empezado a mostrar serios signos de tensión. Comprendiendo tanto los éxitos de Irán en la construcción de su influencia como sus retos actuales, podremos evaluar mejor el futuro del poder iraní en Medio Oriente.

La construcción de la red proxy de Irán demostró una notable paciencia y sofisticación estratégicas en múltiples teatros:

Hezbolá: La joya de la corona

Hezbolá representa la cúspide de la doctrina iraní de guerra por delegación, al pasar de ser un simple grupo militante a una sofisticada organización híbrida que combina capacidades militares, políticas y sociales. Creada en 1982 durante la guerra civil libanesa bajo la supervisión directa del CGRI, Hizbolá se ha convertido en lo que muchos analistas consideran el actor militar no estatal más capaz del mundo, con capacidades que superan a las de muchos ejércitos nacionales.

La evolución militar de la organización es especialmente notable. A partir de simples tácticas de guerrilla, Hezbolá desarrolló capacidades avanzadas que incluyen:

  • Sofisticados sistemas de defensa antiaérea

  • Sistemas de misiles guiados de precisión

  • Capacidades de guerra con drones

  • Unidades de operaciones cibernéticas

  • Fuerzas especiales entrenadas en guerra urbana compleja

  • Amplia infraestructura de túneles subterráneos

  • Capacidades avanzadas de inteligencia de señales

Combatientes de Hezbolá participan en un ejercicio militar escenificado en un campamento del pueblo de Aramta, en el sur del Líbano, antes del 23º «Día de la Liberación», la celebración anual de la retirada de las fuerzas israelíes del sur del Líbano, el 25 de mayo de 2000. (Foto: Marwan Naamani/DPA vía Reuters)

Más allá de las proezas militares, Hezbolá logró una penetración social y política sin precedentes en Líbano gracias a:

Extensas redes de servicios sociales

  • Instalaciones sanitarias

  • Instituciones educativas

  • Servicios financieros (incluida la banca informal)

  • Operaciones mediáticas (red de televisión Al-Manar)

  • Representación política en el Parlamento

  • Poder de veto sobre las principales decisiones del gobierno

Este enfoque global creó un modelo que Irán intentó reproducir con otros apoderados, aunque nunca con el mismo nivel de éxito. La capacidad de Hezbolá para mantener simultáneamente la disuasión militar contra Israel y la legitimidad política interna demostró el potencial de la doctrina iraní de guerra por poderes cuando se aplicó plenamente.

Estratégicamente, Hezbolá proporcionó a Irán múltiples ventajas:

  • Presión militar directa sobre Israel

  • Capacidad para recabar información

  • Instalaciones de entrenamiento para otras fuerzas indirectas

  • Experiencia operativa en guerra compleja (especialmente en Siria)

  • Modelo de integración político-militar

  • Campo de pruebas para sistemas de armamento avanzados

La promesa de Siria: el puente estratégico de Irán hacia Damasco

La intervención de Irán para preservar el régimen alauita de Bashar al-Assad resultó crucial para mantener su puente terrestre con Líbano. Los alauíes, aunque técnicamente son una rama del islam chií, siguen un sistema de creencias sincrético que difiere significativamente del chiísmo dominante. A pesar de estas diferencias teológicas, los alauíes encontraron una causa común con los chiíes de Irán debido a su condición de minoría y a sus intereses políticos comunes.

La alianza militar Irán-Siria, forjada durante la guerra Irán-Irak cuando Siria era uno de los pocos partidarios árabes de Irán, se ha convertido en una de las asociaciones más importantes de Oriente Medio. La relación se profundizó significativamente tras el estallido de la guerra civil siria en 2011, cuando Irán comprometió miles de millones en ayuda militar y desplegó miles de asesores del IRGC junto a hasta 80.000 combatientes de la milicia chií para preservar el régimen de Assad. Esta intervención resultó decisiva, sobre todo en batallas clave como la de Alepo en 2016, donde las fuerzas respaldadas por Irán desempeñaron un papel crucial para asegurar el control de Assad.

El pivote persa de Bagdad: El bastión iraquí de Irán

La penetración de Irán en Irak representa una clase magistral en la explotación de dinámicas sectarias trascendiendo la pura solidaridad religiosa. Tras la invasión de 2003, Teherán construyó sistemáticamente su influencia a través de:

1. Redes religiosas: Cultivando lazos con el estamento religioso chií de Irak al tiempo que respetaba la jerarquía clerical de Nayaf.

2. 2. Integración política: Apoyo a diversas facciones chiíes al tiempo que se mantienen conexiones con grupos kurdos y algunos suníes

3. Arquitectura de seguridad: Transformar la identidad sectaria en poder institucional a través de las Fuerzas de Movilización Popular

La palanca Houthi: un activo de bajo coste y gran valor para Irán

El movimiento Houthi en Yemen  proporcionó a Irán una palanca estratégica contra Arabia Saudí y el control de puntos de estrangulamiento marítimos críticos, demostrando la capacidad de Teherán para proyectar poder mucho más allá de sus esferas tradicionales. Esto valida la estrategia de guerra asimétrica de Irán y proporciona a Teherán una importante influencia geopolítica al tiempo que requiere muchos menos recursos que sus otras relaciones de poder en lugares como Líbano o Siria.

Combatientes recién reclutados que se unieron a una fuerza militar houthi destinada a ser enviada a luchar en apoyo de los palestinos en la Franja de Gaza, desfilan durante un desfile en Saná, Yemen, el 2 de diciembre de 2023. (Foto: REUTERS/Khaled Abdullah)

El debilitamiento sistemático de la arquitectura regional de Irán

Los últimos meses han sido testigos de una degradación sin precedentes de la red cuidadosamente construida por Irán, con la aparición simultánea de presiones en múltiples frentes:

El deterioro estratégico de Hezbolá

Los últimos meses han marcado un debilitamiento sin precedentes de las capacidades militares y organizativas de Hezbolá. La eliminación de Hassan Nasrallah y de varios comandantes clave en ataques israelíes de precisión ha creado una grave crisis de liderazgo dentro de la organización. Las pérdidas militares han sido especialmente graves, con estimaciones fiables que apuntan a entre 3.000 y 4.000 combatientes muertos en los últimos conflictos, lo que representa uno de los índices de bajas más elevados de la historia de la organización.

A lo largo de la frontera israelí, las operaciones israelíes han destruido sistemáticamente sofisticadas infraestructuras militares, como puestos de observación avanzados, redes de túneles subterráneos e instalaciones de lanzamiento de misiles. Tal vez lo más significativo sea que la doctrina de disuasión de Hezbolá, cuidadosamente construida durante décadas, se ha visto gravemente comprometida. La organización se ha visto obligada a retirar muchas de sus unidades de élite del sur del Líbano, creando un vacío estratégico en lo que antes se consideraba su bastión más seguro.

El colapso sirio

La posición de Irán en Siria se ha deteriorado rápidamente, marcada por una serie de reveses estratégicos que amenazan toda su arquitectura regional. La pérdida de control territorial en la región de Alepo a manos de los rebeldes respaldados por Turquía ha creado una peligrosa brecha en las líneas defensivas de Irán, mientras que sus redes de milicias muestran cada vez más signos de fragmentación y debilidad.

La continua preocupación de Rusia por Ucrania ha dejado a las fuerzas iraníes sin un apoyo aéreo y un respaldo estratégico cruciales, lo que ha alterado fundamentalmente el equilibrio de poder sobre el terreno.

La incapacidad del régimen de Assad para mantener el control territorial, incluso en zonas tradicionalmente bastiones, ha planteado serias dudas sobre la sostenibilidad de la estrategia iraní en Siria.

Israel ha explotado esta debilidad, aumentando drásticamente su libertad de acción contra los activos iraníes en toda Siria, llevando a cabo ataques con una frecuencia y profundidad sin precedentes.

La combinación de estos factores ha creado lo que los analistas militares describen como el desafío más serio a la posición iraní en Siria desde su intervención en la guerra civil.

Degradación de las milicias iraquíes

En Irak, la red proxy de Irán ha sufrido una degradación sin precedentes gracias a las acciones coordinadas de Occidente durante el último año. La operación del ejército estadounidense de febrero de 2024 dirigida contra 85 emplazamientos de milicias en todo Irak y Siria supuso una escalada significativa en la campaña para desmantelar la estructura de influencia de Teherán.

Estos ataques, combinados con operaciones de precisión en Bagdad y acciones israelíes contra objetivos clave de las milicias, han desmantelado sistemáticamente las redes de mando y degradado las capacidades operativas.

La eficacia de estas operaciones quedó demostrada por la notable disminución de los ataques de las milicias y la visible desorganización de las estructuras de liderazgo de los grupos de poder, con la eliminación de varios mandos de alto rango y la destrucción de infraestructuras críticas.

La presión militar se ha visto amplificada por una sofisticada campaña multidominio, que incluye sanciones selectivas, operaciones cibernéticas contra las redes de las milicias y un mayor intercambio de inteligencia entre los socios occidentales.

Este enfoque integral ha puesto al descubierto vulnerabilidades críticas en la estructura de representación iraní en Irak, lo que ha provocado una parálisis operativa y disensiones internas en los principales grupos milicianos.

La eficacia de la campaña se hace especialmente patente en la creciente reticencia de algunas facciones de las milicias a llevar a cabo operaciones contra las fuerzas estadounidenses, lo que sugiere una erosión fundamental del mando y control de Irán sobre su red proxy. 

Vulnerabilidades estructurales al descubierto

La crisis actual ha puesto de manifiesto varios puntos débiles críticos en la estrategia de guerra de poder de Irán:

1. Limitaciones de mando y control

- La eliminación de líderes clave puso al descubierto deficiencias en la planificación de la sucesión

- Redes de comunicación interrumpidas entre Teherán y las fuerzas proxy

- Reducción de la capacidad de coordinación operativa

2. Desafíos en la asignación de recursos

- Múltiples crisis simultáneas que ponen a prueba las capacidades de apoyo iraníes

- Dificultad para mantener el suministro de armas en múltiples frentes

- Tensiones financieras que afectan a la sostenibilidad de las fuerzas sustitutivas

3. 3. Problemas de profundidad estratégica

- Pérdida de control territorial que amenaza líneas de suministro vitales

- Reducción de la capacidad de proyectar poder en toda la región

- Capacidad comprometida para mantener múltiples frentes activos

Esto hizo que los aliados y enemigos de Irán en Oriente Medio se preguntaran: ¿Era Irán un tigre de papel?

El invierno árabe y el futuro del poder iraní

Tras haberse posicionado como vanguardia de la resistencia antiisraelí y líder de un orden islámico alternativo, Teherán se encuentra ahora luchando por mantener posiciones que antes consideraba inexpugnables. Esta extralimitación estratégica se extiende más allá de los dominios militares convencionales y llega hasta los cálculos de disuasión de Irán. La demostrada capacidad de las fuerzas convencionales para degradar la red de poder iraní plantea serias dudas sobre la eficacia de la estrategia de disuasión por capas de Teherán.

Sólo el tiempo dirá si el tigre persa se ha hecho con más enemigos de los que puede manejar, o si los recientes reveses resultarán ser meros obstáculos temporales en el largo juego iraní de dominio regional. 

Tolik es un productor y guionista israelí con una variada carrera en los medios de comunicación israelíes. Ha escrito para numerosos programas populares de la televisión israelí y colaborado con varias cadenas de televisión y periódicos, y tiene experiencia como guionista, redactor publicitario y publicista.

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