La profecía bíblica dice que el mundo se volverá contra Israel en los 'últimos días' - ¿está ocurriendo ahora?

JERUSALÉN, ISRAEL - Antes del 7 de octubre, el futuro parecía tan brillante para Israel.

Acabábamos de firmar nuestro sexto acuerdo de paz y normalización árabe-israelí.

Parecíamos estar en vías de firmar un séptimo acuerdo con Arabia Saudí.

Nuestra economía estaba en auge, el turismo alcanzaba niveles récord e Israel estaba construyendo lazos cada vez más estrechos y cálidos con naciones y gobiernos de todo el mundo.

Pero el 7 de octubre y la guerra que siguió lo cambió todo.

Israel se encuentra ahora en su hora más oscura desde la Guerra de Independencia de mayo de 1948.

Y el mundo se está volviendo cada vez más en nuestra contra.

De hecho, la situación ha ido de mal en peor en las últimas semanas, como describiré dentro de un momento.

Pero la gran pregunta es ésta: ¿Estamos los israelíes pasando sólo por una mala racha y nuestra suerte volverá a mejorar pronto, o estamos empezando a ver cómo se desarrollan las profecías bíblicas en las que el mundo entero se vuelve contra Israel y el pueblo judío en los "últimos días"?

LO QUE VI MIENTRAS VIAJABA FUERA DE ISRAEL

Ya estoy de vuelta en Israel después de seis semanas y media viajando por Estados Unidos.

Durante ese tiempo estuve hablando en iglesias y en la Convención Nacional de Radiodifusores Religiosos (NRB(, por sus siglas en inglés), concediendo entrevistas a diversos medios de comunicación y reuniéndome con una serie de líderes evangélicos.

En el transcurso de responder a cientos de preguntas -y de escuchar las observaciones y preocupaciones de tanta gente- una cosa ha quedado dolorosamente clara.

Después de seis meses de lucha contra Hamás en la Franja de Gaza - y contra Hezbolá en el sur del Líbano - puede que Israel esté ganando en el campo de batalla militar, pero está perdiendo definitivamente la batalla de las relaciones públicas globales.

Consideremos algunos ejemplos:

Sudáfrica ha sometido a Israel a juicio en el Tribunal Mundial de La Haya, acusando al Estado judío de "genocidio", y pocas naciones o líderes mundiales salen en defensa de Israel.
Las Naciones Unidas votan sistemática y abrumadoramente a favor de condenar a Israel.
El presidente de Estados Unidos se negó recientemente a vetar una de esas resoluciones antiisraelíes en el Consejo de Seguridad de la ONU, dando instrucciones a su embajador para que se "abstuviera" en su lugar, permitiendo que la resolución fuera aprobada.
El presidente Biden se opone abiertamente a la operación militar planeada por Israel en Rafah -la ciudad más meridional de la Franja de Gaza- para acabar con el último grupo de fuerzas de Hamás inmovilizado allí.
El presidente Biden está fustigando abierta y repetidamente la forma en que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están luchando en Gaza y defendiendo a Israel de futuras invasiones al estilo del 7 de octubre, calificando las operaciones y tácticas de las FDI de "exageradas".
El presidente Biden también arremete abiertamente contra el primer ministro de Israel con obscenidades, llamando a Benjamin Netanyahu -el único aliado de EE.UU. en Oriente Próximo realmente elegido democráticamente- un "jodido mal tipo" y un " imbécil". Por el contrario, Biden nunca habla con tanto descaro o crudeza de enemigos de EE.UU. como el presidente ruso Vladimir Putin o el líder comunista chino Xi Jinping.
Mientras tanto, otros países -entre ellos Canadá y Turquía- están empezando a imponer embargos militares y comerciales a Israel.
Y los medios de comunicación globales -especialmente los noticiarios de televisión de todo el mundo- siguen pintando a Israel como un monstruo que destruye las vidas y los hogares de inocentes en Gaza y que también intenta matar de hambre a millones de palestinos.

¿QUÉ NOS DICE EL PROFETA BÍBLICO EZEQUIEL?

Esto es lo peor que he visto sufrir a la reputación mundial de Israel en toda mi vida.

Ciertamente ha habido otros momentos difíciles - me viene a la mente la respuesta de las FDI al estallido de la primera Intifada palestina en diciembre de 1987, así como la respuesta de Israel al estallido de la Segunda Intifada en septiembre de 2000.

En mi opinión, esto es peor.

Pero, ¿es profético?

A lo largo de la Biblia, hay repetidas advertencias proféticas de que cuando lleguemos a la época escatológica conocida como los "últimos días", el mundo entero se volverá contra la nación de Israel.

Por ejemplo, en el Antiguo Testamento -en Ezequiel, capítulos 38 y 39- queda dolorosamente claro que ninguna nación acude en defensa de Israel cuando comience la "Guerra de Gog y Magog" en los "últimos días" (Ezequiel 38:16).

Muchos pastores y estudiosos de la Biblia creen que Ezequiel está describiendo a un dictador ruso que dirigirá el ataque contra Israel en una alianza con las fuerzas militares de Irán, Turquía, Sudán y varias otras naciones de Asia Central y África.

Sin embargo, la profecía deja claro que cuando llegue tal invasión, Israel estará completamente solo, totalmente abandonado incluso por sus amigos y aliados más cercanos.

¿QUÉ NOS DICE EL PROFETA BÍBLICO ZACARÍAS?

En los escritos del antiguo profeta hebreo Zacarías, encontramos otro ejemplo del Antiguo Testamento de que todas las naciones se volverán contra Israel en el Fin de los Tiempos.

Considere este pasaje de Zacarías 12:2-3.

"Así declara el Señor, que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre en su interior: 'He aquí que voy a hacer de Jerusalén una copa que haga estremecer a todos los pueblos de alrededor; y cuando el asedio sea contra Jerusalén, lo será también contra Judá. Sucederá en aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todo aquel que la levante quedará gravemente herido. Y todas las naciones de la tierra se reunirán contra ella'".

Los ojos -y la enemistad- de "todas las naciones de la tierra" estarán contra Jerusalén, la capital eterna de Israel, nos dice el profeta.

¿Por qué?

Porque Dios va a "convertir sobrenaturalmente a Jerusalén en una copa que cause estremecimiento [o embriaguez] a todos los pueblos de alrededor" para que todos los enemigos de Israel resulten "gravemente heridos".

Es decir, en los últimos días, la Biblia indica que todos los líderes del mundo se emborracharán esencialmente con la noción de que Israel -Jerusalén- es el problema que el mundo debe resolver.

Sin embargo, Dios también deja claro que todas las naciones que se vuelvan contra Israel se enfrentarán ellas mismas al Juicio Divino y serán "gravemente heridas."

¿QUÉ NOS DICE EL LIBRO DE APOCALIPSIS?

También encontramos profecías tan reveladoras en el Nuevo Testamento.

El Apóstol Juan -quien escribió el Libro del Apocalipsis- profetizó repetidamente que todas las naciones se volverían contra Israel al Final de los Días.

Un ejemplo se encuentra en Apocalipsis, capítulo 12, donde el Apóstol escribe que un día Satanás será arrojado a la tierra donde "engañará al mundo entero" para que se vuelva contra Israel y el pueblo judío y los persiga terriblemente.

La profecía continúa diciéndonos que Satanás incluso obliga al pueblo judío a huir de la tierra de Israel "al desierto" -que muchos estudiosos de la Biblia creen que es la región de Petra del actual Reino de Jordania- pero que Dios les protegerá allí "durante mil doscientos sesenta días." (Apocalipsis 12:5-6)

Otro ejemplo se encuentra en Apocalipsis 16.

Allí, el apóstol escribe que las fuerzas demoníacas del mundo espiritual reunirán a "los reyes de todo el mundo" para una terrible y apocalíptica "guerra" contra Israel durante los últimos días.

En esa guerra, está escrito, todas las fuerzas militares del mundo convergerán "en el lugar que en hebreo se llama Har-Megiddo" -situado en el valle de Jezreel, en el norte de Israel- y que en inglés se llama, famosamente, "Armagedón".

El texto es claro en cuanto a que Dios destruirá y juzgará sobrenaturalmente a todos estos enemigos de Israel.

Pero antes de hacerlo, Él permitirá soberanamente que el mundo se vuelva en masa contra Israel.

¿HEMOS LLEGADO YA?

¿Hemos llegado al punto profético de la historia en el que el mundo entero se vuelve contra Israel y el pueblo judío?

No, todavía no - pero es definitivamente hacia donde estamos tendiendo.

La próxima guerra profética no es el Armagedón.

Eso tiene lugar durante lo que el Antiguo Testamento llama la 7ª semana de Daniel (véase Daniel 9) o lo que el Nuevo Testamento llama la "Tribulación" o la "Gran Tribulación" (véase todo el Libro del Apocalipsis).

La siguiente guerra profética es la Guerra de Gog y Magog, descrita en Ezequiel 38 y 39.

¿Se cumplirán pronto esas profecías, y menos en nuestra vida?

Nadie lo sabe salvo Dios mismo.

Pero es posible que ocurran.

Por lo tanto, debemos vigilar de cerca.

Después de todo, ciertamente parece que las piezas de ajedrez están siendo dispuestas en el tablero precisamente para una guerra así.

El dictador de Rusia está construyendo alianzas con los líderes de Irán, Turquía y Sudán, por nombrar sólo algunos.

Las naciones del mundo se están volviendo cada vez más contra Israel y el pueblo judío.

Incluso los líderes del aliado más fiable de Israel -los Estados Unidos de América- están abandonando a Israel.

¿QUÉ HARÁ LA IGLESIA? HA LLEGADO NUESTRA PRUEBA

A la luz de todo lo que está sucediendo espiritual y geopolíticamente en el mundo actual, mi pregunta es la siguiente: ¿Qué hará la Iglesia?

¿Estarán los verdaderos seguidores de Jesucristo -y sus pastores y pastoras que dicen, aman y enseñan la Biblia- al lado de Israel en nuestra hora más oscura?

¿O abandonarán a Israel?

¿Abrazarán y amarán incondicionalmente y protegerán al pueblo judío mientras el antisemitismo aumenta y se desata cada vez más odio hacia los judíos?

¿O fallará la Iglesia en esta prueba de la historia?

Aunque hubo muchos verdaderos héroes cristianos durante el Holocausto que protegieron al pueblo judío con gran riesgo para sus propias vidas y su libertad, gran parte de la Iglesia católica romana y de las iglesias luteranas fracasaron desastrosamente.

Ahora es su turno - y el mío.

Cuando un día no muy lejano se encuentre ante el Dios de Israel, ¿qué va Él a decirte?

Cuando termine nuestra gran prueba, ¿habrás pasado o habrás fracasado?