Mientras Hezbolá advierte que una escalada puede acabar con la presencia israelí en el norte de Israel, un alto cargo de las FDI afirma que la escalada es "la única salida"

En una entrevista concedida el sábado al periódico Al-Mayadeen, afiliado a Hezbolá, el vicesecretario general Naim Qassem afirmó que los residentes de las comunidades del norte de Israel "no pueden ser devueltos" y dijo que el aumento de los combates entre Hezbolá e Israel "puede poner fin a su retorno de forma permanente." 

Qassem respondía así a los comentarios del ministro de Defensa, Yoav Gallant, que visitó el frente norte el pasado miércoles para realizar una evaluación operativa. Durante su estancia allí, Gallant afirmó que Israel había eliminado a la mitad de los comandantes de Hezbolá en el sur del Líbano. 

"Los resultados operativos son muy impresionantes: la mitad de los comandantes de Hezbolá en el sur del Líbano han sido eliminados", declaró Gallant el miércoles.

Gallant continuó diciendo: "Nuestro principal objetivo era y sigue siendo garantizar que aquí prevalezca una situación de seguridad diferente, y que los residentes del norte de Israel puedan regresar a sus hogares de forma tranquila y segura. Estamos manejando una serie de alternativas para establecer este asunto, y el próximo período será decisivo a este respecto." 

Según el jeque Qassem, "la continuación de la agresión contra Líbano no restablece a los "colonos" del norte". 

الشيخ نعيم قاسم في احفال تكريمي في بيروت 27-4-2024:

- فليعلم غالانت وزير دفاع العدو الذي هدَّد وقال بأنَّ الهدف الرئيس هو إعادة سكان الشمال إلى منازلهم. أقول لهُ بالحرب لا يمكن إعادة سكان الشمال، بل هذه الحرب ستُبعد عودتهم أكثر فأكثر وقد تنهي عودتهم نهائياً.

— الشيخ نعيم قاسم (@shnaimkassem) April 27, 2024

Qassem también pidió al mundo que "despierte y detenga la guerra contra la Franja de Gaza". 

En una entrevista concedida a NBC News en noviembre, el jeque Qassem afirmó que Hezbolá consideraba sus actividades como un "señuelo para que las fuerzas israelíes se ocupen en el norte", con el fin de distraer a Israel de Gaza. 

"Por lo tanto, seguiremos haciéndolo, y no libraremos una guerra a gran escala a menos que los israelíes decidan entrar en guerra contra nosotros", dijo entonces Qassem. "Entonces estaremos listos para la confrontación total". 

En la entrevista con al-Mayadeen del sábado, Qassem dijo que Hezbolá ha decidido "responder a la agresión israelí proporcionalmente, de modo que cualquier agresión israelí será correspondida por una expansión de la respuesta, la resistencia y la confrontación por parte de Hezbolá." 

Sin embargo, Qassem declaró que Hezbolá "no quiere una guerra mayor, pero no aceptará que Israel sobrepase los límites de la confrontación". 

Hezbolá se encuentra en una posición difícil, ya que intenta presentarse como el principal defensor de Líbano frente a la agresión israelí; sin embargo, en medio de la crisis económica que durante cinco años se ha apoderado de la nación, y que en parte es obra de Hezbolá, el grupo puede estar perdiendo cierto apoyo político en el país. 

Hezbolá lanzó unos 26 cohetes durante la noche contra las comunidades del norte de Israel, lo que hizo sonar las sirenas antiaéreas en algunas comunidades. El Consejo Regional de Merom Galilea informó de impactos en zonas abiertas cerca de las comunidades de Meron y Safsufa, mientras que algunos de los cohetes fueron interceptados. Un soldado israelí resultó herido moderadamente en los ataques, según las FDI.

El grupo terrorista se atribuyó la autoría de los ataques, afirmando que había lanzado cohetes y aviones no tripulados en respuesta a la agresión israelí. A primera hora de la tarde del sábado, aviones de combate israelíes atacaron varios objetivos de Hezbolá en las zonas próximas a Markabah y Serbin. 

En un reciente artículo del Wall Street Journal, un alto cargo de las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaba que, aunque Israel no quería entrar en una guerra total con Hezbolá, la forma de lograr la calma en el norte es mediante la escalada. 

"Hay una salida y es la escalada", dijo el oficial. "Israel no puede detenerse ahora. Es peligroso para toda la región". 

La opinión predominante sugiere que Hezbolá está empleando una estrategia de escalada para lograr la desescalada demostrando su voluntad de aumentar la confrontación. Si el grupo demuestra su voluntad de seguir escalando, Israel, que no quiere una guerra total, acabará retrocediendo. 

La posición de las FDI parece ser que, aunque Israel prevé un conflicto mayor con Hezbolá en algún momento del futuro próximo, el principal apoyo de Hezbolá, el régimen iraní, no está interesado en un conflicto mayor con Israel en la actualidad. Por lo tanto, una escalada de las acciones ahora podría obligar a Hezbolá a retirarse.

Con decenas de miles de israelíes desplazados de las comunidades del norte, y la creciente preocupación por la amenaza nuclear de Irán, Israel parece creer que sus opciones no militares son limitadas, y está demostrando su voluntad de continuar o aumentar el conflicto en su frontera norte para lograr un cambio en la situación.

Los aliados occidentales no están de acuerdo con la postura agresiva de Israel.

Se espera que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Stéphane Sejourne, que se encuentra actualmente en Beirut, presente una propuesta de desescalada entre Hezbolá e Israel. 

El mediador estadounidense Amos Hochstein llegó a Israel el jueves para reunirse con Gallant y con el presidente israelí Isaac Herzog, donde se cree que presentó una nueva propuesta para poner fin a la escalada entre Israel y Hezbolá. 

Por el momento, ninguna de las partes parece dispuesta a dar marcha atrás antes. 

Los esfuerzos de Estados Unidos y Francia por desescalar coinciden con las negociaciones en curso de Estados Unidos, Egipto y otros mediadores para llegar a un acuerdo sobre los rehenes y el alto el fuego en la guerra de Gaza.