Mientras un ciberataque masivo paraliza los bancos iraníes, el líder supremo Jamenei promete la «ira divina» si Irán renuncia a atacar a Israel

Mientras Israel sigue esperando el prometido ataque iraní en represalia por el presunto asesinato israelí del líder de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán hace dos semanas, la mayor parte de la cobertura mediática se ha centrado en las amenazas Iraníes y en los preparativos Israelíes.

Mientras tanto, en Irán, el régimen parece indeciso y está siendo criticado desde dentro, mientras que el nuevo gobierno ya parecía desorganizado, incluso antes de que un ciberataque masivo paralizara el sistema bancario del país el miércoles.

Según informó el medio opositor Iran International, las operaciones del Banco Central de Irán y de otros bancos se vieron significativamente perturbadas, y todos los sistemas informáticos quedaron fuera de servicio tras un ciberataque descrito como uno de los mayores ataques jamás perpetrados contra la infraestructura estatal iraní.

#BREAKING A major cyberattack has targeted the Central Bank of Iran (CBI) and several other banks, leading to widespread disruptions in the country’s banking system, @IranIntl has learned. Initial assessments indicate this could be one of the largest cyberattacks ever against… pic.twitter.com/6TiuNrxosL

— Iran International English (@IranIntl_En) August 14, 2024

Según informan los medios de comunicación israelíes, el miércoles se colgaron carteles en los cajeros automáticos de todo el país.

Los carteles decían: «Anuncio del banco central - queridos ciudadanos, no es posible retirar dinero porque todo el dinero mal habido y los recursos se desviaron a los asuntos bélicos del régimen corrupto, lo sentimos mucho».

A diferencia de otros casos similares en el pasado, hasta ahora el gobierno no ha acusado a Israel ni ha hecho ningún otro comentario, y la corroboración del informe a través de imágenes en las redes sociales ha sido escasa.

Según los informes, Israel ha llevado a cabo con anterioridad varios ciberataques contra infraestructuras estatales iraníes, entre ellas estaciones de tren y de gas.

A principios de esta semana, el Banco Mundial había advertido al régimen de que una guerra a gran escala con Israel tendría consecuencias catastróficas para su economía, provocando un aumento del desempleo juvenil, una disminución de la inversión extranjera y una rápida devaluación de la moneda, entre otras cosas.

«La inevitable devaluación de la moneda iraní reavivaría la inflación», según el informe. «El gobierno iraní se vería obligado a desviar una parte significativa de su presupuesto a las necesidades de defensa y militares, a expensas de objetivos sociales y económicos críticos».

Haciendo caso omiso de las posibles consecuencias, y a pesar de los informes que sugieren que Iran podría reconsiderar sus ataques de represalia´, si Hamás e Israel llegan a un acuerdo de alto el fuego, el líder del régimen, Ali Jamenei, redobló la apuesta el miércoles, prometiendo que cualquier retirada no táctica -ya sea militar, política o económica- invitaría a la «ira divina», según el Sagrado Corán.

Según Irán Internacional, Jamenei dijo: «Los gobiernos que ceden a las exigencias de las potencias dominantes de hoy, independientemente del tamaño o la fuerza de las naciones que representan, podrían desafiar estas presiones si recurren a la fuerza de su pueblo y evalúan con precisión las capacidades verdaderas y sin adornos de sus adversarios.»

El asesinato por sorpresa, el día de la toma de posesión del nuevo presidente del régimen, Masoud Pezeshkian, desestabilizó de inmediato al nuevo gobierno. A pesar de haber prometido venganza inmediatamente después de la muerte de Haniyeh, han pasado más de dos semanas sin que se haya producido ningún movimiento desde entonces.

Uno de los factores es, al parecer, el deseo de "limpiar la casa" antes de lanzar un ataque. Según The New York Times, una unidad especial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), responsable de la seguridad de Haniyeh cuando fue asesinado en un complejo del CGRI, está persiguiendo activamente a los sospechosos y ha realizado numerosas detenciones.

«El Líder Supremo ha convocado a todos los comandantes varias veces en los últimos dos días, quiere respuestas. Para él, abordar la brecha de seguridad es ahora más importante que buscar venganza», informaba el diario británico Telegraph tras el asesinato.

Aunque los funcionarios iraníes afirmaron que la espera formaba parte de la guerra psicológica, parece que el régimen también está distraído por disputas internas. Pezeshkian ha afirmado públicamente el derecho de Irán a tomar represalias, pero en privado, al parecer, ha instado a Jamenei a reconsiderarlo.

Además, el candidato más destacado del gabinete del presidente, el ex ministro de Asuntos Exteriores Javad Zarif, ya anunció su dimisión el domingo por la noche. Afirmó que no se debía a «desilusión o decepción» con la administración propuesta por Pezeshkian.

A pesar de haber sido elegido con una plataforma reformista, incluso sus partidarios han criticado la elección del gabinete, y los analistas señalan que los puestos clave, como los ministros de Asuntos Exteriores, Inteligencia y Defensa, fueron seleccionados por Jamenei.

Según Iran International, la línea dura de la IRGC y otros agentes de poder influyeron claramente en la elección de otros cargos.