Yossi Cohen - ¿Ex jefe del Mossad y futuro líder del Likud?

Benjamin Netanyahu es el primer ministro que más tiempo lleva en el cargo en la historia de Israel. Inició su actual mandato con grandes esperanzas de lograr un acuerdo de paz con Saudí Arabia. 

Sin embargo, también se ha granjeado un buen número de críticas y enemigos políticos a lo largo de su mandato. Debido a desacuerdos pasados, Netanyahu ha tenido que asociarse con un par de partidos con los que de otro modo no lo habría hecho para formar su coalición.

Las protestas contra Netanyahu y sus socios políticos comenzaron poco después del inicio de su último mandato, en 2023. Algunos se preguntan si estamos asistiendo al final de la era Netanyahu en Israel. 

Una encuesta reciente publicada por Israel HaYom aborda la cuestión de frente. El sondeo analizaba cómo de bien debería irle al partido Likud en unas elecciones si Netanyahu ya no es el jefe del partido.

La encuesta preguntaba específicamente por tres líderes: Benjamín Netanyahu, Nir Barkat (ex alcalde de Jerusalén) y Yossi Cohen (ex jefe del Mossad). 

Los resultados de la encuesta mostraron que Netanyahu y Barkat obtuvieron el mismo número de escaños (19), mientras que Cohen mostró un aumento en el número de escaños hasta 22. 

Cohen fue director del Mossad, el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales de Israel, durante la misión secreta para sacar de contrabando secretos nucleares iraníes de Teherán y llevarlos a Israel en 2018. También supervisó varios asesinatos de alto perfil. 

Antes de su cargo como jefe del Mossad, Cohen fue asesor de seguridad nacional de Netanyahu desde 2013 hasta su nombramiento como director del Mossad en 2015. Se le considera uno de los funcionarios más cercanos a Netanyahu. 

Cohen dimitió como jefe del Mossad en 2021 y fue sustituido por el actual director del Mossad, David Barnea. Según la política israelí, Cohen no podría entrar en política durante 3 años después de dejar su cargo. Esa limitación expira en 2024, lo que explica su presencia en la encuesta. 

La decisión de poner a Cohen al frente del partido Likud afectó también al número de votos que fueron a parar a otros partidos. 

Con Cohen al frente del Likud, un mayor porcentaje de los actuales votantes del Likud seguirían votando al partido, y el resto se iría a otros partidos. Al mismo tiempo, conseguiría un mayor número de votantes centristas dispuestos a cambiar su voto al Likud. 

Si Barkat lidera el Likud, serían menos los que seguirían votando al partido. Aportaría algo menos de votos centristas y algo más de votos de derechas al Likud. Si se convierte en el líder del Likud, Barkat atraería más votantes de los partidos políticos de derechas, pero reduciría la fuerza global de la coalición, mientras que Cohen atraería ligeramente menos votos de derechas, pero aportaría más votos centristas. 

En cualquiera de los dos casos, la coalición actual sería demasiado débil para formar una coalición gobernante, lo que exigiría un reajuste de los partidos. Según los analistas políticos israelíes, Cohen probablemente tendría más éxito formando una coalición con los partidos políticos Unidad Nacional, Yesh Atid e Yisrael Beytenu.

En la misma encuesta se preguntó por un nuevo partido encabezado por Yossi Cohen y el ex primer ministro Naftali Bennett. Los resultados mostraron que su colaboración arrebataría un número significativo de votos tanto a los partidos centristas como a los de derechas, convirtiéndose en uno de los tres partidos políticos más grandes. 

Durante una entrevista el viernes en el noticiario israelí KAN 11, Cohen se negó a decir si piensa entrar o no en la arena política.