Líder libanés Cristiano: Hezbolá, una "cultura de muerte"
Uno de los más altos cargos Cristianos del Líbano arremetió el domingo contra Hezbolá, calificando al grupo terrorista apoyado por Irán de "cultura de la muerte" que pone en peligro el futuro del Líbano.
Durante su sermón dominical, el patriarca cristiano maronita Bechara Boutros al-Rahi reveló que muchos residentes del sur del Líbano se sienten defraudados por el gobierno del país.
"Permítanme decirlo alto y claro -no como un abandono de las cuestiones nacionales o árabes, sino más bien por honestidad conmigo mismo- me niego a convertirme a mí mismo y a los miembros de mi familia en rehenes, escudos humanos y corderos de sacrificio de las fracasadas políticas libanesas, y de la cultura de la muerte que no ha traído a nuestro país más que victorias imaginarias y vergonzosas derrotas", declaró al-Rahi, en una referencia velada a Hezbolá y su política de agresión fronteriza contra el vecino Israel.
"Los habitantes de los pueblos fronterizos del sur nos expresan su dolor por el abandono del Estado y de sus deberes y responsabilidades para con ellos", dijo al-Rahi.
"Viejos y jóvenes, están viviendo el peso de la guerra que se les impone y que rechazan, pues consideran que Líbano y los libaneses no tienen nada que ver con ella".
En la década de 1930, Líbano era una nación predominantemente cristiana. Desde entonces, gran parte de la clase media cristiana educada del país ha emigrado a Occidente, debido a la falta de oportunidades económicas y a las amenazas de los musulmanes radicales.
Durante su apogeo, la capital libanesa, Beirut, era conocida como el "París de Oriente Medio", y era uno de los centros urbanos más liberales y occidentalizados de la región. Sin embargo, la guerra civil y poderosos actores externos como la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), así como Siria e Irán, han convertido un Líbano antaño próspero en un Estado pobre, débil y fracturado.
Muchos libaneses temen al apoderado terrorista de Irán, Hezbolá, considerado más poderoso que las fuerzas armadas libanesas convencionales. Sin embargo, al-Rahi se ha convertido en uno de los pocos líderes religiosos destacados que denuncian al grupo terrorista por su política de dar prioridad a los intereses iraníes sobre los intereses internos libaneses.
En diciembre, al-Rahi se pronunció públicamente en contra de una guerra entre Hezbolá y el Estado judío. El funcionario cristiano se hizo eco de las recientes declaraciones de los ministros franceses de Asuntos Exteriores y Defensa, en las que pedían la aplicación de la Resolución 1701 de la ONU.
La Resolución 1701 de la ONU se adoptó tras la Segunda Guerra del Líbano en 2006, cuando Hezbolá lanzó un ataque fronterizo por sorpresa contra Israel. El ataque desencadenó una guerra que duró cerca de un mes y causó mucha destrucción en el sur del Líbano, especialmente en las localidades donde los terroristas de Hezbolá se escondieron entre la población civil.
"Que todo el mundo respete la resolución 1701 del Consejo de Seguridad (de la ONU) y todos sus artículos por el bien de Líbano", declaró Al Rahi.
Aunque la resolución exige el desarme de Hezbolá y su retirada de la frontera con Israel, nunca se ha aplicado. En lugar de ello, Hezbolá no ha hecho más que aumentar su poder. Según las últimas estimaciones públicas, el grupo dispone de un número considerable de cohetes y misiles (unos 150.000) que, al parecer, pueden alcanzar cualquier parte de Israel.
El líder maronita pidió abiertamente la intervención del gobierno libanés: "Hay que detenerlo y proteger al pueblo libanés, sus hogares y sus medios de vida, que aún no han salido de los desastrosos resultados de la guerra del Líbano. Exigimos la retirada de cualquier lanzacohetes colocado entre las casas de las ciudades del sur, lo que requeriría una devastadora respuesta israelí".
All Israel News Staff es un equipo de periodistas de Israel.